lunes, enero 19

ENAMORARSE DE ABRIL

He cometido la desazon de amarte lejanamente, aunque ya no te sonrojas, ahora solo se enojan tus hombros al leerme, y quedo en la inerme vaguedad de tus palabras, esperando que abras esa puerta que permanece cerrada, esperando por las hadas de tu piel, que borren la hiel de la herida salada y que intentes comprenderme. Temo perderte. Y aun así insisto y me resisto con lo que mis labios pronuncian las contadas veces en que puedo verte. No sabes, acaso, que aprendí a quererte? Que ni importa lo lejos de tus hombros? (los desnudo sin que sepas y acaricio mi suerte) Que ni importa que no me quieras tanto? (conozco el desencanto de amar desde lejos) Que ni importa que casi no nos veamos? (grabé en mi retina cada ir de tus caderas) Que ni importa que no creas en quimeras? (son cada sueño que vive en tus espejos) Será este Abril tan lejano que casi lo presiento, y me miento tomado de tu mano, desafiando al arcano y apretando los labios, me sueño de repente, perdonado y cercano, aunque tal vez los años, nos conviertan en extraños, nunca mas los dueños de este amor lejano, que me torna inconsistente y descubra, de repente, que el sueño ha terminado y el camino de tu mano, torna en precipicio donde queden los resquicios de este anciano equivocado...