viernes, junio 9

Saldré de mí ahora mismo...

Saldré de mi ahora mismo, cruzare el abismo tortuoso de mi limitado lecho, para depositar en tu pecho mis endechas hechas del amor, impreciso y errante, con la constante preocupación de la desazón infante que me otorga esta pasión y el derecho de ser: tu amante. En los viejos papeles buscaré aquellos sueños que creí perdidos para siempre, cuando la temprana rosa estampaba la vigilia adolescente de impenitentes sueños y éramos los felices dueños del mundo y del amor, entre otras cosas... Leeremos entonces, los dispersos recuerdos de nombres inconclusos e inconfesos, los mismos besos robados en siestas de santas calmas, el alma irremediablemente suelta y alerta de otros pasos, los furtivos abrazos y los esquivos ojos con antojos de lo presagiado, de lo que vendrá, mágico e incierto, oculto en tus pechos y severamente condenado a nacer desde mi lecho: arrebol enamorado.